NOMBRE: Seguridad personal, mitos y verdades.
La seguridad es un proceso continuo que nunca debe detenerse. Ese es mi propio punto de vista para una explicación de la palabra seguridad, o si se quiere, mi definición más utilizada. Es muy sencillo explicar por qué, quienes hacemos seguridad trabajamos en turnos regidos por un marco laboral determinado, limitaciones horarias según el tipo de servicios que se nos contrata y disponibilidad logística no siempre acorde a las tareas encomendadas, mientras que los delincuentes trabajan las veinticuatro horas, trescientos sesenta y cinco días al año, no toman descanso, se relevan permanentemente unos a otros sin saberlo y mutan al ritmo del virus de la gripe. Para ellos, que cuentan con el factor sorpresa, todo vale, mientras que, para quienes tenemos que llevar adelante la tarea de proteger, las leyes y en ocasiones el propio cliente suelen jugar en nuestra contra. Desde luego que tal como se adelanta en el encabezado de este libro, a lo largo de estas páginas se recorrerán mitos y verdades tanto sobre las organizaciones prestatarias de seguridad privada, su personal, quienes las regulan, quienes usan y hasta malversan la seguridad privada con diferentes fines, buenos y malos. Desde tiempos remotos, la seguridad es uno de los estados que todo ser humano desea alcanzar y mantener, sea esta, seguridad económica, personal, salud, etc. Estar seguro de…, sería el objetivo. Tal como se plantea en la pirámide de Maslow (La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra “Una teoría sobre la motivación humana” de 1943- fuente Wikipedia.org), La Seguridad ocupa el segundo escalón de importancia luego de las necesidades fisiológicas tales como respirar y alimentarse. Seguridad física, Seguridad económica, Seguridad de recursos, Seguridad jurídica, Seguridad de salud, Seguridad de propiedad privada y seguridad de libertad.